jueves, 29 de abril de 2010

LOS COMICS COMO MECANISMO DE DOMINACIÓN CULTURAL

En los dibujos animados es posible ver una perspectiva de dominación cultural. Para sustentar la anterior afirmación expondremos, en primer lugar, la forma en que las caricaturas del Pato Donald esconde una idea de dominio, manipulación y menosprecio a los países subdesarrollados por parte de los imperios; después hablaremos de la concepción que tienen los países desarrollados (en este caso representados por Donald y sus colegas) de los tercermundistas en cuanto a la forma de manejar los recursos y riquezas que poseen y la transformación en las prácticas (de colonialismo a neocolonialismo) que proponen algunas caricaturas de Donald; luego entraremos a hablar de la película Persépolis y cómo su protagonista logra enfrentarse al régimen bajo el que se encuentra gracias a la industria cultural extranjera; en cuarto lugar, concluiremos analizando el efecto de la idea de dominación no explícita que nos venden los dibujos animados y la forma en que logran manipular muchas veces nuestros pensamientos y acciones.

Afirmamos que en las caricaturas del Pato Donald se esconde una idea de dominio, manipulación y menosprecio a los países subdesarrollados porque las historias, en su mayoría, narran encuentros de sus protagonistas con “niños salvajes” (que en realidad representan a los países tercermundistas) y terminan haciendo negocios en donde las desventajas recaen sobre los “niños”. Por ejemplo, en comic N° 113 se cuenta que Tío Rico va al Tibet y se encuentra con “Gu”, un niño-bueno-salvaje. El encuentro termina con que “Gu” le da una corona de oro a Tío Rico a cambio de un reloj que considera como un maravilloso juguete. En este ejemplo podemos ver más claramente el menosprecio y la subestimación del imperio a los países subdesarrollados; es obvio que “Gu” termina perdiendo porque el valor de la corona no se compara con el del reloj.

Una insuficiente conciencia de clase hace que los países subdesarrollados afronten, con sumo conformismo, la invasión voraz por parte de países extranjeros. Esta idea conformista se basa en el desconocimiento absoluto de los artículos canjeados y, además, de la falsa imagen que crean alrededor de ellos los países desarrollados con el fin único de salir ganando. Las caricaturas a las que nos hemos referido plantean la idea de que los países tercermundistas tienen muchas riquezas pero que no las necesitan porque no saben qué hacer con ellas, sólo necesitan unas condiciones mínimas para sobrevivir y conservarse; por esto es que los países que sí están en “capacidad” de sacar provecho de dichos recursos se dedican a expropiarlos. La diferencia radica en que no se muestra un colonialismo, como en tiempos anteriores, sino que se propone un neocolonialismo, donde el país es partícipe de su propia explotación.

La película Persépolis nos permite ver una situación similar en tanto que las características imperiales terminan por desbancar la cultura arraigada en Marjane, una niña iraní que crece durante la revolución islámica y quien, si no hubiera sido por el apoyo de sus padres y sus viajes al exterior, no habría construido un modo de comprender su alrededor diferente al iraní. Tanto el consumo de música como de literatura extranjera fueron haciendo que Marjane elaborara un discurso diferente y algo ´´anarquista´´ para su pueblo natal. Su principal prueba se observa claramente en la película en donde a medida que Marjane consumía productos mediáticos extranjeros, su personalidad se transformaba tanto que incluso en uno de sus viajes se atrevió a negar su verdadera nacionalidad.

Concluimos entonces que los dibujos animados de los que hablamos durante el ensayo no son únicamente una “diversión” (como generalmente se cree) sino que en el fondo esconden ideas de dominación de unos países a otros y generan comportamientos e ideas que se manifiestan inconscientemente en sus consumidores e impiden que el esquema dominadores- dominados termine.

viernes, 16 de abril de 2010

UNA DEFINICIÓN MUY ACERTADA DE CULTURA


VISITA AL MUSEO LILÍ
Lo que más nos llamó la atención de la visita al Museo Lilí en la UAO fue la forma en que pudimos entender el significado del bastón de mando que se encontraba exhibido. Comprender la cultura como un sistema de normas que configuran el comportamiento individual y colectivo nos sirvió para darnos cuenta de que este objeto, que casi siempre catalogamos sólo como un elemento perteneciente a una tribu indígena, es una pieza clave en la representación del poder que tenía el chamán.

La idea plasmada en el párrafo anterior se relaciona directamente con una de las funciones de la cultura que inferimos Anthony Sampson en su texto Funciones y sentidos de la cultura: “La cultura sirve para regular el comportamiento social”. Este planteamiento se explicita en la forma en que los indígenas sabían quién era la persona que los guiaba, ya fuera por ser el más valiente, el más sabio, el más anciano, etc. y la obligación que tenían de obedecerle. En el Museo encontramos un pequeño escrito indígena que ayuda a ejemplificar lo anteriormente dicho: “El Te’wala (chamán) acerca el mundo del conocimiento abstracto al del conocimiento tangible y es así como convoca a la Nasa wala o asamblea de indios, para informarles del acontecimiento… les muestra el camino que es necesario emprender… la Nasa wala procede entonces para efectos de ejecución del mandato a elegir un Tu’tenza o gobernador. El Tu’tenza, cada periodo cumplido, entrega el bastón de mando al nuevo Tu’tenza quien con la ayuda del Te’wala irá a la laguna sagrada a limpiar el bastón de mando de toda suciedad. El Te’wala, la Nasa wala y el Tu’tenza, cuidan el nasa kiwe (territorio, espacio tiempo)”

Utilizaremos el ejemplo que hemos tratado durante el texto para explicar uno de las tres cosas que evita la cultura, en este caso nos referimos directamente a la perplejidad. Cuando se dice que la cultura evita la perplejidad se hace referencia a que evita que la experiencia de las cosas sea cada vez nueva y, por el contrario, las personas se adapten a parámetros comunes anteriormente establecidos. Hablamos entonces, por ejemplo, de que una persona que naciera en esa tribu no tenía que enfrentarse durante su vida a buscar un significado de belleza sino que desde pequeño se familiarizaba con el que tenían sus mayores (así a nosotros esas concepciones nos parezcan antiestéticas en la mayoría de los casos).

Podemos ver también, si seguimos en la misma línea del caso de los indígenas, cómo se reafirma la idea de que la cultura evita la hiperreflexibilidad, es decir, evita que las personas tengan que pensar siempre demasiado sobre cómo relacionarse con los demás. Traemos a colación entonces el ejemplo de las distintas clases de relaciones que los indígenas tenían con el chamán (quien representaba el poder), con los ancianos, con los sabios, con los niños, etc. Estas relaciones no las definía cada persona sino que ya contaban con una configuración cultural que al mismo tiempo las volvía uniformes.

Otra de las cosas que evita la cultura podemos encontrarla en la reacción que tenían los indígenas ante lo que sucedía a su alrededor como fenómenos naturales, muertes, nacimientos, entre otros. Hablamos entonces de la tercera idea: la cultura evita el pavor. La anterior afirmación se refiere a que a medida de que el individuo hace parte de un entramado social evita que muchas de las cosas que ocurren en su entorno le produzcan miedo. En el caso de los indígenas sabemos que ellos llegaron incluso a adorar algunos de estos fenómenos y a atribuirles significados divinos. De esta forma, una persona que creciera siendo parte de esa cultura no iba a asustarse nunca por este tipo de cosas sino que iba a compartir el significado que le daba el resto de la comunidad.

Otro ejemplo de que la cultura evita el pavor se muestra claramente en el video La Resbaloza cuando una de las entrevistadas afirmaba que se sentía muy segura en la "Colonia Nariñense", lugar que habitaba desde hace muchos años y que, por el contrario, sentía miedo al salir de allí porque temía las actitudes que pudieran tomar lo demás hacia ella. La idea llamó mucho nuestra atención ya que generalmente se espera que sean las personas no pertenecientes a la "Colonia" las que teman entrar a ésta y no viceversa. La anterior situación encuentra explicación en la idea que mencionamos al inicio del párrafo en la medida en que vemos que la entrevistada no tenía miedo de su barrio porque ya conocía su entorno, las condiciones que le proporcionaba y las situaciones que se presentaban cotidianamente; para ella todo esto ya era algo normal.

Para finalizar decimos entonces que, primero que todo, la cultura no es el conjunto de etnia, lengua, territorio y religión; cultura es, como dijimos en un principio, un sistema de normas que configuran el comportamiento individual y colectivo. También podemos definirla como un sistema de codificación de símbolos, es decir, un andamiaje artificial humano. Por lo tanto, es correcto afirmar que no existen personas que no pertenezcan a ninguna cultura. En segundo lugar, de los ejemplos planteados podemos inferir que las funciones de la cultura son distanciarnos de la naturaleza y regular el comportamiento social. Por último, cuando hablamos de cultura no podemos olvidar que sirve para evitar el pavor, la hiperreflexibilidad y la perplejidad, explicadas a lo largo del texto y esto a su vez confluye en la segunda de sus funciones.

PREMISAS, OBJETOS Y MÉTODOS FORÁNEOS EN LA INVESTIGACIÓN SOBRE COMUNICACIÓN EN AMÉRICA LATINA

TESIS SEGUNDA PARTE DEL TEXTO PAG. 100 - 105
Es necesario reemplazar el esquema de estudios en comunicación actual (extraido principalmente de norteamérica)por uno en donde se tengan en cuenta las condiciones sociales de los individuos.

ARGUMENTOS
Se reveló que los agricultores más innovadores en cuanto a la adopción de nuevas tecnologías agricultoras eran los que poseían más tierras, tenían un nivel socioeconómico y educativo más alto y además un amplio acceso a las oportunidades de comunicación masiva. Estas condiciones de los individuos son muy importantes a la hora de hacer estudios en comunicación.